Es la pregunta del millón. ¿Cuántos directores de tecnología están deseando que les digamos que sí, que a partir de ahora vamos a entregar nuestros productos software en tiempo récord?.
Al margen del daño que han hecho al sector las revistas de informática y que han puesto en la cabeza de los directivos ideas sin una base de conocimiento importante, sí que podemos hacernos una serie de preguntas antes de tirarnos a la piscina y decirles que mañana podemos comenzar a «scrunear».
El sentido de las preguntas en comenzar un proceso de reflexión a partir del cual tomemos una decisión. Algunas de las que propone Jeff Sutherland son estas:
- En nuestra compañía, ¿es muy importante la velocidad de entrega?
- ¿Es importante la innovación?
- ¿Cómo de capacitado es el equipo? ¿pueden trabajar en modo multidisciplinar? o ¿tenemos una estructura jerarquizada de roles?
- ¿Dónde están ubicados los equipos?
- ¿Son muy complejos nuestros productos?
- ¿Tenemos tiempo para adoptar las prácticas ágiles? ¿Cuánto tiempo?
A partir de estas preguntas, un consejo: Aplicar el sentido común y no dejarnos llevar por modas. Tan bueno puede ser un proyecto «clásico» como un proyecto «ágil», todo dependerá de las variables que manejemos.