Impartida por María Gil y Marta Ardizone de ETS Factory, esta ponencia mostró mediante pequeñas escenificaciones (“teatrillos”), qué cosas/actitudes/comportamientos no se deberían hacer tanto desde el punto de vista de una empresa como desde el punto de vista de un trabajador o futuro trabajador:
- “Tú vente conmigo seas quien seas”
Es importante desde las empresas, hacer una buena labor de reclutamiento ya que a la larga, de no ser así, sale caro.
- “Todo por la pasta”
Para el 75% de las personas, lo que más importa es el dinero. El salario es muy importante, pero si ganamos mucho dinero y no estamos contentos con nuestro trabajo, a la larga, abandonaremos.
- “Me da igual 8 que 80”
Es totalmente lícito, pero no muy lógico, las empresas que van a las universidades y reclutan a toda una promoción, ya que claramente todas esas personas no tendrán las mismas habilidades no sirviendo para un mismo tipo de puesto.
- “Miento más que hablo”
Las mentiras tienen las “patas” muy cortas; a corto o medio plazo saldrá a la luz que no eres un “experto programador en Java” o maravilloso arquitecto. Este tipo de cosas hacen perder tiempo a la empresa y al propio empleado
- “To” lo que tengo me lo pongo
Debemos optar por lo que valemos, no puestos de trabajo o tecnologías que estén de moda, pero NO valgamos.
- Pérdida de memoria
Es importante saber a qué empresas hemos optado previamente por un puesto de trabajo.
- “Nunca más se supo”
¡Hay que ser personas serias y responsables! Si un aspirante no sirve para un puesto, no es bueno dar la callada por respuesta. Es profesional llamar al aspirante y explicarle los porquésde NO haberle seleccionado, igualmente si un aspirante se cae de un proceso de selección, también se debería avisar a la empresa explicándolo. Toda esta información ayuda al crecimiento tanto de la empresa como al candidato, pudiendo mejorar.
- “No eres tú, soy yo”
Al igual que en el anterior punto, se debe explicar los por qués de no escoger a un candidato o viceversa.
Como conclusión a esta ponencia queda claro que las cosas que merecen la pena requieren esfuerzo y trabajo.